Al hombre le ocurre lo mismo que al árbol.
Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz,
más fuertemente tienden a crecer sus raíces hacia la tierra,
hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo — hacia el mal.
Cuanto más quiere elevarse hacia la altura y hacia la luz,
más fuertemente tienden a crecer sus raíces hacia la tierra,
hacia abajo, hacia lo oscuro, lo profundo — hacia el mal.
Friedrich Nietzsche
(Así habló Zaratustra)
Que hace a un genio, ¿nace o se hace?, ¿saben los genios que son genios?
Pongamos de ejemplo al genio musical de Mozart. Aquel hombre nació predispuesto
para la música o eso pensamos. Lo cierto es que no importa que nazcas con ese
supuesto don o tengas predisposición para un arte, o formes parte de una
familia de grandes genios. La práctica y el estudio es todo y es lo que hace al
genio. La perseverancia y la capacidad de compromiso y sacrificio.
El filósofo Friedrich
Nietzsche lo dijo, es verdad que para llegar a las altas cimas hace
falta como los arboles enterrar las raíces en lo más profundo. ¿Qué puede pasar
si tus esfuerzos solo son ilusiones vanas de una gloria que solo alcanza un espíritu
dispuesto al sacrificio? En cualquier arte o ciencia el genio por mas dotado
que sea solo puede alcanzar aquella condición de ser llamado genio porque
primero que todo siempre estuvo dispuesto a ese sacrificio por su arte o su
ciencia: filósofos, poetas, músicos, pintores, científicos, políticos,
conquistador militar; al traer a la mente a cualquier de los más grandes
exponentes de los variados intereses humanos, todos y cada uno ha dejado a un
lado la complacencia poniendo por delante lo que consideraban su misión. La
capacidad de compromiso con su arte es lo que hace al genio.
Ahora bien, ¿saben los genios que son genios? Pues sí, Mozart mismo
estaba consciente de su capacidad para crear grandes obras musicales que la
gente considera geniales. Pero él era consciente de que eso mismo que la
mayoría ve como un don divino que nace con facilidad del genio, era su
constante búsqueda de crear. Por amor al arte o por ganar dinero, no importa,
el genio es consciente de que su genialidad solo puede ser mantenida por su
capacidad de trabajo y crear.
Otro reconocido genio, Thomas Édison, quien después de mucha prueba y
error logró dar con un mejor sistema para lograr que la electricidad diera luz
de forma constante: el producto de su esfuerzo fue la bombilla eléctrica que
fue mejor que otros inventos parecidos. Pero lo que le dio a Édison el estatus
de genio fue su capacidad como empresario y el hecho de saber vender su
producto y darle amplia visibilidad y hacerlo algo útil para los ciudadanos.
Ahora un poema sobre este interesante tema
El viejo pescador
Cuando escuché entre las olas al pescador
Entre los vientos perfumados que vagaban
Ya lejos llevando su brillo, su calor.
Me dije yo entre tantos miles de granos de arena
Como ha logrado ser tan gigante que tapa al sol.
Entre la multitud vitoreado: igual a como era
Hace mucho tiempo hoy el viejo pescador
Sigue retando los mares inmensos y sueña un sueño
No libres de pesadillas, pero se ha ganado su inmortal canción.