La
historia es el logos unido a la voluntad del hombre ante sus semejantes en
conciencia del devenir del tiempo, pero traído por el estudio del historiador. Expliquémonos:
la historia es hecha solo por los hombres, y esto pues porque posee las
herramientas dadas por la naturaleza: a decir la herramienta de la razón que el
hombre utiliza para explicar el mundo.
Este
logos propio del hombre que se manifiesta en el momento en el que el hombre
ejerce su libertad trae como consecuencia la construcción de su mundo
histórico. En este mundo histórico el hombre crea sociabilidad, pues por la
necesidad de poseer un lugar seguro donde pueda satisfacer sus necesidades
biológicas; y por eso mismo utiliza activamente su logos: como ejemplo se
podría hablar de la agricultura y lo que representó: la sedentarización del
hombre y la posterior creación de una civilización o sociedad más avanzada que
la tribal.
Por
tanto la historia del hombre se compone de estos tres elementos: libertad, sociabilidad,
temporalidad: estando el logos presente
en cada una. A esto último diremos que el logos es principio de todo lo
que hay de humano en el hombre. Pues el Hombre hace historia porque tiene
logos, este Logos se materializa en una civilización, Logos unido a la voluntad
nos da la libertad, el Logos unido a otro nos da el dialogo: la sociabilidad,
el Logos unido a la conciencia del tiempo nos da temporalidad; por esto el
hombre hace historia: porque tiene logos. Y por eso pertenece plenamente al
mundo histórico.
Hasta aquí hemos
dado una definición de lo que entendemos por historia, y hemos hablado del
sujeto de la historia: el hombre o persona humana, pero además hemos adoptado por
ahora una perspectiva epistemológica (epistemología de la historia) pero también
trataremos el problema del devenir histórico a decir que hablaremos de la filosofía
de la historia o que abordemos las preguntas:¿para qué estamos aquí? ¿Qué meta tiene la humanidad? ¿Adónde iremos,
de dónde venimos y para qué?
Al
decir que hemos adoptado una perspectiva epistemológica, nos referimos al
conocimiento del pasado humano, pues en nuestra definición dijimos que la
historia del hombre es traído por el estudio del historiador que accede a ella
a través de los documentos, por eso mismo agregamos que la historia es un
conocimiento mediato.
Ya
completada y explicada muestra definición de historia, tratemos a modo
introductorio el título de este ensayo:
La historia, vehículo del espíritu humano.
Primero: efectuaremos una síntesis de la visión de la
historia y la que entrega la modernidad: por tanto revisaremos el concepto de
tiempo, y la visiones de la misma y nos apoyaremos en las que nos parezca más
acorde con nuestras ideas, pero como dijimos hablaremos también del devenir histórico,
por tanto trataremos temas como el progreso y meta de la historia utilizando a
los autores pertinentes. San Agustín de Hipona, Kant, Nikolai Berdiaev.
Segundo: la historia como vehículo del espíritu humano será
tratada desde una perspectiva filosófica. Pues una vez analizado este título,
nos adentraremos a la meta de la historia del hombre, a decir la meta del
hombre. Entonces prosigamos en el desarrollo de este ensayo.
Ahora bien,
analicemos el tiempo cíclico y los diferentes representantes de esta visión: El
poeta Hesíodo en su obra magna “los
trabajos y los días” se refiere a las
cinco edades del hombre: edad de oro, plata, bronce, de los semidioses,
y edad de hierro que es la edad donde él vive. Uno de los versos de la obra
clama así: ¡ojalá no me tocara vivir a mi
vez entre los hombres de la quinta raza! ¡o muerto antes, o nacido después!
Pues ahora es la raza de hierro. De esto los estudiosos como yo infieren
que el tiempo para el poeta es cíclico pues sabe que vendrá de nuevo una edad
de oro una vez acabada la de bronce. También el historiador griego
Polibio en su historia universal capítulo
III “origen de las sociedades, y especialmente de las monarquías y de los
reinos”: Llega a la conclusión
de que la constitución romana es exitosa debido a que es una mezcla de reglas y
normas propias de los romanos y de otros países helenísticos. O sea es un
gobierno eclíptico, tomando lo mejor de cada uno, pero lo que nos interesa es
lo que dice con respecto al gobierno, pues afirma según sus estudios que
los gobiernos tienen un historia cíclica
o que se repiten.
Esquema cíclico de gobierno según Polibio:
Monarquía
Tiranía
República
Aristocracia
Oligarquía
Fin
Para Polibio la
aparición de gobiernos en la historia es pendular, va de un extremo a otro
hasta que en cierto punto de ebullición hay un fin y según él se vuelve al
comienzo.
Oswaldo Splengler presentaba la historia universal como
un conjunto de culturas (Antigua o Apolínea, Egipcia, India, Babilónica, China,
Mágica, Occidental o Fáustica) que se desarrollaban independientemente unas de
otras –como cuerpos individuales- pasando a través de un ciclo vital compuesto
por cuatro etapas: Juventud, Crecimiento, Florecimiento y Decadencia, como el
ciclo vital de un ser vivo, que tiene un comienzo y un fin determinados.
Además, cada una de las etapas que conformaban el ciclo vital de una cultura
presentaba, según el esquema spengleriano, una serie de rasgos distintivos que
se manifestaban en todas las culturas por igual enmarcando los acontecimientos
particulares. Con base en este esquema y aplicando un método que él llamó la
“morfología comparativa de las culturas”, Spengler proclamó que la cultura
Occidental se encontraba en su etapa final, es decir, la decadencia y afirmó
que era posible predecir los hechos por venir en la historia del occidente.
También aquí vemos una visión cíclica de la historia.
La primera guerra
mundial significo para el autor uno de las tragedias más grandes de la cultura
occidental. Donde la ciencia estuvo al servicio de la guerra: ametralladoras y
gases venenosos y cañones.
Ahora veamos el
tiempo según San Agustín: El santo en el capítulo 13: el retorno de los siglos, defendido por algunos filósofos: las cosas, después de completar un ciclo
secular determinado, volverá existir de la misma forma y en el mismo orden.
Refuta esta afirmación dando un argumento religioso. La Refutación del eterno retorno de san Agustín se apoya
sobre todo en su fe: a decir la inmortalidad del alma y la resurrección, al
decir que la muerte y resurrección de Cristo se dio solo una vez y la muerte ya
no tiene dominio sobre él. Y nosotros también después de la resurrección
estaremos en esa condición o sea no habrá muerte por tanto no habrá tiempo sino
eternidad al lado del Señor Jesucristo. Además añade el amor como la respuesta
para la vida y para llegar al amor de Dios o sea para poder ser seres definidos
que logren encontrar la plenitud de la existencia y su capacidad antes de estar
ante Dios. Por tanto el santo habla de un tiempo lineal. Y cuyo fin último es
pues la eternidad o salvación del alma inmortal ante un dios eterno.
En qué consiste la visión lineal de
cristianismo:
Salvación (Dios)
Progreso (transcurre)
Vida
(cristiana)
El
cristianismo y su visión lineal del tiempo fueron importantes para la idea del
progreso en occidente, pero la idea del tiempo de san Agustín nos dice que esta
es una manifestación o entidad del alma que transcurre siempre hacia Dios
(salvación)
Esto
último es importante para nosotros, y es la concepción de tiempo utilizada en
este ensayo, pues al igual que en esta visión cristiana, la historia o vida del hombre tiene una meta.
Por tanto decimos que existe la historia como medio para alcanzar dicha meta o
el fin último del hombre, a decir la historia es un vehículo que el espíritu
humano utiliza para lograr dicho fin, expliquémonos con un ejemplo, Aristóteles
afirma que el hombre es sociable por naturaleza, esto significa que el estado
(creación del hombre) también es natural o una creación natural y como en
Aristóteles todo tiene un fin, el fin del estado, que se basta por sí mismo, es
el fin último del hombre o sea la felicidad. De esto se entiende que el fin
último del hombre solo puede ser alcanzado dentro de la polis o del estado
donde el hombre pone de manifiesto sus capacidades creativas, intelectuales y
morales o sea su virtud que vendría siendo su felicidad. Pero para nosotros ese
fin, siendo ideal en la vida terrena, no es el fin último del hombre: la
felicidad en la tierra, sino al igual que en el cristianismo es la salvación o
felicidad y plenitud del espíritu en la eternidad. Sin embargo para eso
debidamente debe ser alcanzado el fin último terrenal que manifiesta
Aristóteles.
Otro ejemplo para
más claridad. Platón en su obra el Fedón hace hablar a su maestro Sócrates en
un dialogo fascinante sobre la vida y la muerte y lo que sucede con el alma
después de dicho proceso. En un pasaje afirma Platón en boca de Sócrates que: el alma es lo más semejante o lo divino,
inmortal, inteligible, uniforme, indisoluble, mientras que el cuerpo es todo lo
contrario o sea, mortal, multiforme, irracional, soluble. Además en la obra
se afirma que una vez muerto el cuerpo el alma permanece inmortal se aleja
salvo e indestructible, pero Sócrates también dice en el dialogo que solo los
que estuvieron filosofando rectamente alcanzan este fin del alma mientras los
de los malos o que recibieron mala crianza quedan ligadas a su cuerpo y vuelven
hacer lo que eran en su vida anterior.
Por eso el ideal de vida para el autor era la contemplación, (igual que
Aristóteles) para evitar tener que vivir
una y otra vez la repetición de las almas una vida con enfermedad o sea con
cuerpo. Por tanto se podría decir que abarca tanto una visión cíclica como
lineal, pero lo ideal es pues esta última.
Esquema:
Vida
(contemplación)
muerte
alma inmortal
Vida (mala crianza)
muerte
repetición de las
almas
vida
Ahora
cómo es posible que la historia para nosotros tenga esa utilidad, al igual como
la polis griega, que nos ayude alcanzar ese fin último del hombre o felicidad
eterna del espíritu humano: nuestra idea es bastante sencilla. La historia como
conocimiento del los actos humanos a través del tiempo, que es traído por el
historiador debe ser tan útil para la sociedad como lo es la economía, o la
ingeniera; (que basándose en sus errores construye mejores edificios para
resistir los terremotos) cómo es esto, una frase de Marco Tulio Cicerón nos
podría ayudar: “los pueblos que olvidan
su historia están condenados a repetirla” en esto consiste pues la utilidad
de la historia y su ayuda para lograr el fin último y superior de la sociedad
humana. Es pues entonces el historiador y el filósofo el encargado de mantener
al hombre (conductor de este vehículo) al margen de su errores y a la vez los
que proporcionan el camino a seguir (al igual que Aristóteles) para alcanzar
dicho fin libre de errores. Tan el historiador como el filósofo son los
encargados de proporcionar los conocimientos históricos para ayudarnos en la
construcción del presente de dicho fin, hasta aquí hemos explicado como la
historia es vehículo del espíritu humano para alcanzar o ayudarlo alcanzar su
fin último y evitar repetir la misma historia con los mismo errores como lo
quiere la visión del tiempo cíclico.
Kant
en su “idea de una historia universal en
sentido cosmopolita” donde al igual que nosotros a pesar de que los actos
irracionales del hombre no le muestran un plan acordado para la historia humana
busca los factores o principios necesarios para alcanzar dicho plan, en su
noveno principio donde formula: “un
ensayo filosófico que trate de construir la historia universal con arreglo a un
plan de la Naturaleza que tiende a la asociación ciudadana completa de la
especie humana, no solo debemos considerarlo como posible, sino que es menester
también que lo pensemos en su efecto propulsor” para los efectos de este
ensayo este principio es pues un soporte ya que la historia es uno o más
importante conocimientos para lograr ese posibilidad que en nuestro caso sería
el fin eterno, pero a la vez la historia sirve como propulsor, pues cada hombre
ciudadano si conoce la historia está consciente de su fin último terrena
(felicidad) y fin último eterno (felicidad espiritual)
La plena asociación
civil es la meta de la historia de la humanidad en Kant. Esta es la tarea más
difícil del género humano, a cuya solución le obliga la naturaleza, la
construcción de una sociedad civil, regulada por el derecho. Para el objetivo
de este ensayo, al igual como hicimos con Aristóteles, tomamos esta idea como
necesario para llegar al fin último del hombre: la felicidad del espíritu
humana en la eternidad.
Ahora
las ideas de escritor Berdiaev que tiene en su sentido de la historia cap 10: “teoría del progreso y fin de la historia” no
son útiles para perfilar este último fin eterno. En este sentido al igual que
él, la sociedad del presente en este estudio no es un eslabón o simple escalón
de la cadena para alcanzar dicho fin último, sino más un constante hacer en el
presente, pero solo con la historia como medio para su hacer, esto es el
pasado. Lo que quiero decir es que la sociedad actual como las del pasado
siempre han buscado este fin último espiritual y no solo material, a decir no
solo la religión del progreso a germinado en ella, sino la necesidad presente de
transcendencia y ejemplos de estos hay de sobra en el arte y pensamientos
filosóficos, religiosos, políticos de diferentes culturas, cuya amplitud y
complejidad da para un escrito más amplio que un ensayo de 5 páginas. (Todas
las sociedades humanas tienen una relación con el absoluto: Leopold von Ranke)
En la historia, a
pesar de lo por mi dicho, Berdiaev afirma que no se da una progresión constante
de la felicidad humana sino más bien una manifestación trágica y progresiva de
los principios interiores del ser: bipolaridad, bien y mal. Sin embargo al
igual que Berdiaev, afirmo que esta contradicción es necesaria para alcanzar
nuestro fin, es la prueba a superar, y como él es igualmente necesario su
manifestación y clarificación, hacerlo consiente.
Muestra esperanza
es la misma que la que plantea Berdiaev: vencer la naturaleza corrompida del
tiempo, para poder encontrar un sentido a la historia universal. En definitiva
el sentido o destino de la historia humana final se encuentra fuera del tiempo
terrenal, o fuera del tiempo del alma encarnada, sino más bien ese destino se
encuentra en la eternidad, más allá de los confines de la historia, y no en la
tiempo donde la idea del progreso material busca esa fin último, o la sociedad
capitalista o la comunista según Marx, o la ideas utópicas del paraíso en la
tierra.
En
conclusión, la historia es una creación del hombre (filosofía de la historia)
pero solo puede ser traído del pasado por el historiador, y al poseer la
construcción de la historia los componentes de la libertad del hombre de la
sociabilidad y temporalidad, también es una creación en función del logos, sin
logos no es posible la historia, y sin historiador no es posible esta historia
conocible e interpretativa, para que cumpla su función de vehículo del espíritu
humano hacia los fines señalados. En esta filosofía de la historia pues
señalamos que al igual que San Agustin la creación o sociedad humana debe
buscar el regreso al eterno del cual su alma es parte, pero a la vez tiene que
superar esta encarnación del alma, el problema fundamental de la historia: el
tiempo.
Ahora
nuestra historia como vehículo es pues diferente a la idea de progreso material
que presupone la felicidad del hombre, pero a la vez mi historia como vehículo toma este “progreso
material” como necesario para alcanzar el fin o meta ultima del hombre en la
felicidad eterna del espíritu humano, o sea hay una consolidación, y sobre todo
es reciproco, porque para lograr lo segundo hay que lograr lo primero. No se puede
alcanzar el fin último, si las sociedades humanas viven en la profunda
contradicción y pobreza material y espiritual. Un ejemplo de lo que estoy
hablando se puede notar en el hambre y sufrimiento de muchas existencias y en
la felicidad material y abundancia de unos pocos. Pues como requisito
indispensable para alcanzar este fin último como especie, es necesario acabar
con las injusticas de nuestra imperfección antes de alcanzar dicho fin eterno.
Solo así acabando con estos errores y males, la sociedad iniciará el primer paso hacia el fin último,
para eso nos es tan útil la historia como las demás ciencias para alcanzar más
que un progreso material una evolución espiritual de nuestra condición única de
sujeto histórico.
Bibliografía
San Agustín: ciudad de dios libro 12
capitulo XII
Hesíodo:
los trabajos y los días
Polibio:
historia universal extracto capítulo III
Platón,
el fedon
Berdiaev:
el sentido de la historia cap 10: la teoría del progreso y el fin de la
historia
Arsitoteles:
la política
Kant:
la idea de una historia universal en sentido cosmopolita 1784
Oswaldo
Splengler: la decadencia de occidente