Eduquemos de tal forma que Auschwitz no se vuelva a
repetir debería ser la máxima de todo educador, entendiendo aquí como educador
no solo a los profesores de las escuelas, sino a los ciudadanos mayores en
general y a su propia consciencia, moral y ética, además de la empatía. Auschwitz
sin duda representa un fracaso de estas mismas una de las mayores tragedias de
la humanidad, y un fomento de lo peor de las masas, pero fue esto posible solo
por la manipulación y el hecho de dejarse manipular. El dejarse llevar por los
pensamientos y actos de las masas o lo peor que las masas pueden representar:
la violencia llevada a cabo por el odio xenófobo.
Aquí podría estar la esencia que hace posible que Barbaries como Auschwitz se
vuelvan a repetir. En la historia los genocidios son abundantes e incluso hasta
el final del siglo XX.
Según Adorno: debemos
descubrir los mecanismos que vuelven capaces a los hombres capaces de tales
atrocidades, mostrárselos a ellos mismo y tratar de impedir que vuelvan a ser así,
a la vez que se despierta una consciente general respecto a tales mecanismo.
Pero eduquemos de tal forma que Auschwitz no se vuelva
a repetir. Para adorno la educación política es fundamental, pero yo entiendo
esta frase como un hecho que debe darse en la sociedad, es decir que personas
sicológicamente preparadas formen a los futuros ciudadanos para que se
determinen en la libertad y en función de esta máxima. Conocer los mecanismos que
hacen posible que el hombre político lleve a cabo un Auschwitz apoyado por las
masas es también deber de los hombres comunes, el ciudadano es quien desde un
primer instante, debe superar e pensamiento
violento de la masa e impedir que la monstruosidad de una ideología como fueron
los nazis lleguen a establecer un estado igualmente monstruoso. Pues como dice
adorno: los hombres que ciegamente se clasifican
en colectividades se transforman en sí mismos en algo casi material,
desaparecen como seres autónomos. Dado que no existimos como ciudadanos
para que un gobierno pueda gobernar, sino que existe un gobierno porque el
ciudadano desea un gobierno que sea capaz de llevar la prosperidad.
He aquí cuando la educación política es necesaria para el hombre político y el
ciudadano.
Por ejemplo si
en las ocurrencias de la historia se volviera a repetir un Hitler, los
ciudadanos estarían preparados para estos eventos y asumir de forma consciente
las consecuencias de sus decisiones.
Por lo mismo esta educación debe evitar el olvido
colectivo y el contexto histórico de Auschwitz, además debe evitar que el
ciudadano se sumerja en lo que la Hannah Arendt ha llamado la Vanidad del Mal
que hoy en día parece estar presente en nuestros actos que dirigidos hacia la
naturaleza, los animales y las personas causan un mal.
Fuentes: La educación después de Auschwitz - Teodoro W. Adorno