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lunes, 11 de octubre de 2021

El Poema de Gilgamesh

 



(…) Gilgamesh, ¿por qué deambulas de un lado a otro? No conseguirás la vida que persigues. Cuando los dioses crearon la humanidad decidieron que su destino era morir y reservaron la vida (eterna) para sí mismos. Tú, Gilgamesh, llénate el vientre, disfruta de día y de noche. Celebra cada día una alegre fiesta, baila y juega día y noche. Ponte vestidos flamantes, lávate la cabeza y báñate. Atiende al niño que te acoge de la mano y alégrate, alégrate abrazando a tu mujer, ya que este es el destino del hombre.


- Ur-Napishtim a Gilgamesh - Epopeya de Gilgamesh

El Poema de Gilgamesh[1], una de las primeras más grandes obras literarias creadas por la humanidad El Poema de Gilgamesh es quizá el más típico ejemplo literario de la mentalidad sumero-acadia, persuadida de la validez de su propia civilización, conseguida a fuerza de duro trabajo y en agudo contraste con la primitiva existencia de las gentes que poblaron Mesopotamia. Uno de los temas capitales, manifestado ya al comienzo del Poema que nos va a ocupar, se centra en describirnos la gravitación mutua de sus dos personajes más relevantes, Gilgamesh y Enkidu, en un proceso de recíproco acercamiento entre civilización y barbarie -venían a ser sus prototipos- y que para tales personajes iba a significar una amistad indestructible.”[2]

 

La epopeya de Gilgamesh corresponde a un relato mítico, propio de su época, el cual cuenta la lucha de Gilgamesh por obtener la inmortalidad.

 

 Gilgamesh era un soberano de Uruk en la antigua Mesopotamia, era reconocido por su pueblo por ser un tirano y se atribuía ciertos rasgos, propios de los dioses, (decía ser medio o 2/3 divino,) era a la vez fuerte e inteligente. Cierto día los habitantes de su reino se quejaron con su dios Anu por la actitud de Gilgamesh y este y los demás los dioses decidieron castigarlo.

     Ahora bien los dioses acordaron crear una copia de Gilgamesh: este era Enkidu, era un hombre salvaje que vivía y se complacía con los animales en la naturaleza. Gilgamesh se enteró de él y decidió enviar una prostituta sagrada para Enkidu. Esta satisfació los deseos del salvaje, noche y día; ya bien pasado algunos días Enkidu sintió que su inteligencia despertaba, la prostituta le enseñó todo lo que tiene que ver con la vida civilizada, lo vistió y lo llevó a la ciudad de Uruk.

     Ya en la ciudad, Enkidu se entero de la tiranía de Gilgamesh y decidió enfrentarlo; Gilgamesh reconoció la valentía de Enkidu y se hicieron amigos. Con la amistad resuelta y practicada decidieron hacer algo valeroso por el pueblo y fueron a la caza de la bestia Humbaba y tras largos días de dieron muerte.

    Así pues al volver a la ciudad ya victoriosos, la diosa Ishtar deseo con su típica lujuria  al héroe Gilgamesh, éste la rechazó, dando argumentos…[3] ella por este acto de rechazo decidió castigarlo enviando a un Toro del cielo, pero fue muerto rápidamente por los héroes.

    La diosa lujuriosa, esta vez más enojada, fue ante los dioses a quejarse y estos resolvieron dar muerte a Enkidu como castigo a Gilgamesh por haber matado al guardián del bosque de cedro morada de los dioses divinos en la tierra: Humbaba; y al toro del cielo. Gilgamesh al ver la muerte de su querido amigo, se puso en marcha en busca de la inmortalidad pues la angustia de la muerte había nacido en él. Pero primeramente ante la pena, el héroe tomó un camino errado y se volvió de lo civilizado a lo salvaje.

    Ahora bien el héroe se enteró de un hombre del diluvio universal que además era su pariente y al que se le había otorgado la inmortalidad[4] y fue en busca de él para preguntarle como obtuvo la inmortalidad. Cuando le encontró él le dijo que la inmortalidad no era don de los hombres, sino la muerte; aceptando esto tristemente se puso en marcha de vuelta a Uruk, pero el hombre del diluvio decidió decirle un secreto para que no volviera con las manos vacías y le hablo sobre una flor que rejuvenecía a los humanos. Gilgamesh encontró dicha flor pero quiso el SINO que una serpiente se lo arrebatara.

 

 Esta aventura de Gilgamesh y de su amigo Enkidu narrada en esta mitología explica el concepto griego de HYBRIS: que quiere decir mesura o traspasar los límites humanos que son el imposible de la inmortalidad perteneciente solo a los dioses y el inconsciente de la muerte que es propio de los animales. Esta hybris, sin embargo, da a los héroes la eternidad de sus hazañas y sus nombres, triunfando así sobre la muerte en historias que se escriben y cuentan.

    Este relato lo podemos relacionar con la vida en civilización de la antigua Mesopotamia, pues según él, el hombre pertenece a la cultura, pues tiene logos y no puede culpar a esta de su mortalidad, por eso el hombre se establece en tierras fértiles y se aleja de los salvaje o mundo natural, pues por su logos pertenece ahora al mundo histórico, donde hace cosas y  también le pasan cosas o hechos. Es por eso que construye ciudades y vive en comunidad haciendo cultura: civilización, este acercamiento a la cultura y el civilizarse le permite tener una organización política y religiosas con ordenes establecidos en este caso el reino de Gilgamesh y el orden y obediencia del pueblo a él  y sus dioses[5]. 

    Concluimos del resumen de este poema que el hombre condenado a la muerte, a pesar de la angustia que le causa ella, decide seguir su hybris y utilizar lo mejor posible su logos para explicar el mundo y dominarlo, por eso el hombre se organiza de forma política y es por eso que es un zoom politikón. Afirma aristoteles que el ciudadano que no habita dentro de los límites humanos “o es una bestia bruta o es un dios”[6]

 

Del poema podemos ver la Historia Realidad, en este caso sería el pueblo sumerio que se organiza y tiene relaciones sociales, económicas, políticas, y el mismo hecho de la existencia de un rey que gobierna, esto sería entonces historia realidad, más que de un hecho histórico preciso o de un personaje yo tomo a un pueblo que crea una civilización y cultura en la ciudad de Uruk cuyas ruinas persisten hasta nuestros días, y que además son las primeras ruinas urbanas de la historia del hombre, pues el fenómeno de la urbanización, nació en la antigua Mesopotamia. (Sanmartín, J., Serrano, J. M. - Historia Antigua del Próximo Oriente. Mesopotamia y Egipto, Akal 1998 cap I.) Nada en la ciudad es natural, excepto los arboles, sino más bien creación del hombre, es el producto de uno de los aspectos que hace al hombre ser humano, por eso decimos que el hombre PERTENECE PLENAMENTE AL MUNDO HISTÓRICO.

 

Historia Conocimiento sería el poema en si o el resumen planteado y las fuentes pues este poema-mito data del tercer milenio antes de Cristo y fue traída a la actualidad por arqueólogos e historiadores a través de las fuentes encontradas como una tablilla sobre el diluvio de la epopeya de Gilgamesh.

 

 La Istoria, vendría siendo la investigación por nosotros hecha de este mito para afianzar mi tesis de ensayo.

 

En cuanto a la afirmación de Ortega y Gasset: “El hombre no es cosa ninguna, sino drama”,  lo podemos notar claramente en el drama humano ante el misterio de la vida y la muerte sufrida por Gilgamesh y Enkidu, donde el hombre está en plena actividad creando y siendo modelado por su sino y destino.[7]

 

En el Mundo Histórico que se define como contingente, singular, único e impredecible lo notamos en el acto de robo por parte de la serpiente de la flor de juventud a Gilgamesh y los mismos actos de los protagonistas.

 

El Mundo Natural donde existe leyes universales y necesarias está representada claramente en la vida salvaje que llevo Enkidu durante sus primeros días, donde su cuerpo e instintos y falta de logos le hacía ignorante de la muerte y de la civilización, existiendo solo como lo demás animales que siguen el proceso de nacimiento, desarrollo, procreación y muerte.

 

La Libertad se hace presente a cada instante en los actos llevados por los héroes y también los limites de ésta en el deseo de poder querer pero de no poder hacer en este caso el deseo de inmortalidad de Gilgamesh.

 

La Temporalidad también se hace presente con la conciencia de que la vida se acaba y el devenir de la muerte.

 

La Sociabilidad se da como un hecho natural y está implícito y se muestra en la civilización y la necesidad de vivir en sociedad, o en otros: para ejemplificar, unos versos de Octavio Paz: “Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia” concepto del que también habla Lucas en el capítulo VIII la intersubjetividad, donde afirma que “todo hombre es uno, individual, intransferible; sin embargo hay en el hombre un profundo afán de convivencia con los demás”[8]

 

Como hemos dicho: a) Es impensable estudiar al hombre y sus actos como la creación de una civilización, si se prescinde de su origen natural[9] geográfico al cual en algún momento perteneció plenamente, así como el león hoy en día. b) El hombre como ser racional pertenece plenamente al mundo histórico, pero también  al mundo metafísico por la necesidad que le da su racionalidad de la existencia de un espíritu transcendente. De ahí que podemos decir que el hombre es un ser naturalmente metafísico.

  

   A esto último diremos que el logos es principio de todo lo que hay de humano en el hombre. Pues el Hombre hace historia porque tiene logos, este Logos se materializa en una civilización, Logos unido a la voluntad nos da la libertad, el Logo unido a otro nos da el dialogo: la sociabilidad, el Logos unido a la conciencia del tiempo nos da temporalidad; por esto el hombre hace historia: porque tiene logos. Y por eso pertenece plenamente al mundo histórico, cuyos actos son conservado por la historia con h minúscula y la historia con H mayúscula, esto último se nota claramente en el relato donde: “un hombre no puede alcanzar la inmortalidad, pero sí podía alcanzar la gloria, si sabía acordar sus posibilidades a hechos lógicos, a obras totalmente perfectas, bien realizadas, tomando la escala humana como módulo orientativo. Aquel fue el único mérito de Gilgamesh, héroe que al final del relato se halla totalmente resignado: el haber sabido construir las soberbias murallas de Uruk, que, orgulloso y en calidad de rey de la ciudad, le había mostrado al barquero Urshanabi a su regreso a su patria, tras haber fracasado en su empeño de convivir eternamente con los dioses”.[10]


 Por Sergio Chilet - profesor de historia y geografía - diplomado en gestión del patrimonio cultural. diplomado en filosofía.



[1] Para un mayor conocimiento de este poema consultar H. Blixen, El Cantar de Gilgamesh, Montevideo, 1980.

[2] POEMA DE GILGAMESH: UN VIAJE FALLIDO A LA INMORTALIDAD

Federico Lara Peinado pg 1.

[3] La diosa ISHTARA era la diosa del amor y la sexualidad, Gilgamesh la rechaza por que muchos héroes han caído en desgracia después de haber estado en su lecho.

[4] como regalo por haber sobrevivido a la catástrofe y haber salvado a la raza humana de la extinción

[5] Vemos lo impórtate que son los dioses, pudiendo haber el pueblo haber intentado sacarlo de su trono por medio de intriga propias de este tipo de gobierno, pero recurrieron a sus dioses para que los ayudara.

[6] David Cifuentes citando a Aristóteles: La epopeya de Gilgamesh y la definición de los límites humanos.

[7] Para un mayor y completo análisis y su relación con nuestra Tesis sobre esta frase del Filósofo español necesitaremos más tiempo y estudio, pues ella misma envuelve un denso y complejo pensamiento.

[8] LUCAS. Capitulo XIII la Intersubjetividad. La apertura hacia el otro. pg 241

[9] Además de vemos tomar el cuenta al geografía con inseparable de la historia de un pueblo, en este caso el pueblo sumerio donde los ríos Tigris y Éufrates representan la vida y la civilización y el desierto lo salvaje y la barbarie.

[10] POEMA DE GILGAMESH: UN VIAJE FALLIDO A LA INMORTALIDAD

Federico Lara Peinado pg 1.

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sábado, 9 de octubre de 2021

“El queso y los gusanos” Carlo Ginzburg

 

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Tema: Historia, Cultura Popular, Religiosidad Medieval

Género: Ensayo

 


El libro del autor parte desde una visión historiográfica nueva a decir una visión diferente pues nos ofrece como método de estudio: la micro-historia,  planteada como núcleo para una investigación y análisis que a la larga nos llevara a comprender de forma más general del fenómeno histórico de una sociedad y su cultura. Esto es construido pues de a poco siguiendo las pistas que le ofrece el método de la micro-historia llegando a si pues a una interpretación o conclusión que contradice de la de otros investigadores. Como ejemplo de esto es su obra más conocida: el queso y los gusanos, donde pone de manifiesto lo dicho llegando a una conclusión diferente, en cuanto a la creación cultural de una nación.

 

Así entonces en la obra investiga la cultura de la clase popular que para la época era el campesino. El su micro-historia del queso y los gusano pone dicha cultura contra la cultura aristócrata, en este caso el clero que posee la verdad de la fe, y plantea en esto una problemática. El contexto libro se ubica en el siglo XVI y el personaje principal es un campesino de oficio de molinero de apodo Mennochio que fue condenado por la inquisición a la máxima pena: morir en el hoguera. Dicho personaje es de típica cultura campesina, es decir alejado de todo el conocimiento que es propia de las elites, a decir libros y cultura aristocrática. Pero este personaje ofrece un particularidad poco común que es el saber leer y escribir. En el libro se plantea que sus creencias son propias del campesino, el duro trabajo contra la tierra por el alimento, la monotonía y la sencillez material característica. Siendo esta cultura campesina distante de la del clero dominante de la religión católica, tiene pues dicha cultura cierta autonomía para proseguir su creación cultural a su modo a función de sus costumbres y es así como el autor entra de lleno a la problemática de su micro-historia del mundo del campesino o de Mennochio.

 

En la historia un libro religioso llega a las manos de molinero pero carente de conocimientos y rigor no supo hacer una buena interpretación y lo hizo según su concepción de su mundo interpretando según su intelecto y espíritu: negando la divinidad de Cristo y de la importancia de los sacramentos católicos. Y por eso mismo es condenado, por hereje y pecador. Y que vendría siendo lo mismo la cultura al cual forma parte.

 

El autor entonces al contraponer dos culturas diferentes dice que la cultura popular no es un mero reflejo de espejo de la cultura oficial sino más bien una cultura original que la otra cultura tomaría en parte haría suya y las ofrecería al montón como única y verdadera y legitimando a si su poder socia con esta imposición, pero la cultura popular por supuesto según el autor no para de cambiar y crear. Y de ahí el continuo choque de las clases o pensamientos.

 

En conclusión nos dice que la cultura no nace de la cultura dominante con su imposición de creencias mediante la educación, el poder político y económico y la fe, sino que tiene su origen en la relación de la  cultura popular y de la dominante.  

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Paideia La educación en la antigua Grecia

 

 

Paideia

La educación en la antigua Grecia

 


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

La formación del hombre griego a decir Werner Jaeger es a su educación, pues, un griego no nace sino que se hace a través de esta Paideia. Cuyo mecanismo consistía en querer alcanzar el más alto ideal, logrando aquello  solo atravez de la Areté cuyos ejemplos: son la homérica, hesiódica, la espartana; y la ateniense.

 

Areté homérica

 

  La educación en la Grecia Arcaica es la base para entender los impresionantes avances en el campo de las ciencias filosóficas, políticas, matemáticas y otros tantos como la metafísica y la ética que los griegos del periodo clásico heredaron. Y todo empieza en la epopeya o la poesía heroica de Homero, el gran educador de los griegos, cuya heroica poesía, posee la fuerza universal y espontanea-inmediata que hace al espíritu buscar esa perfección que es propio de lo divino. La armonía entre el cuerpo y el espíritu, la perfección, una: “mente sana en cuerpo sano”.

  

    La Areté es constantemente vista en la épica de Homero a decir: la Iliada y la Odisea. Pero en ambos poemas hay diferencias en cuanto a su uso y definición. Si bien conservan objetivo de alcanzar el valor máximo de la propia persona por su heroicidad. En la Iliada la Areté es ante todo el afán de distinguirse por sus facultades físicas y espirituales del guerrero noble, el Aristoi, el mejor, pues tiene conciencia de que proviene de ilustres hombres y dioses, algunos de estos aristoi son semidioses como Aquiles. Tomemos a Aquiles de ejemplo para esta Areté; la Areté homérica solo puede ser alcanzada por un alma selecta que posee noble linaje y la armonía de cuerpo y espitiru: un hombre dotado para la acción y la palabra: Aquiles es pues el prototipo de alma selecta que reclama su honor por sus servicios en la batalla, su objetivo último es alcanzar este honor, este valor que sus iguales le conceden por vencer en la Aristeia: la lucha singular. En cambio la Areté en la Odisea es más bien la prudencia y la astucia del guerrero ejemplificado en Odiseo y su hijo Telémaco. La Areté es pues entonces el ejemplo para alcanzar la perfeccion la Areté es lo que el poeta en su epopeya muestra como un modelo (el héroe que alcanza la Areté) para los nobles guerreros, es el instrumento para alcanzar la educación o sea la Paideia, la formación del hombre Griego, con unas característica delimitadas y coherentes.

 

hesiodo la Areté

 

   En hesiodo la Areté se vuelca hacia el pueblo al campesino. En su obra “los trabajos y los días” toma el rol de educador, ya sea por sus conocimientos y deber divino para crear un ETHOS  consciente de la necesidad del trabajo para alcanzar esta Areté, que ya deja de ser la heroicidad de los guerreros homéricos. Sino más bien aquí Hesiodo propone al campesino la lucha constante contra la dura tierra para poder obtener su pan, pues solo trabajando el campesino se hace digno de la Areté, que reclama ya no la vida y la prueba en batalla del guerrero de la épica, sino su trabajo. Pero lo fundamental en la Areté de Hesiodo es el derecho, asigna a la divinidad el deber de proteger al hombre trabajador  en sus derechos, o sea no puede ser abusado, como e Gavilán hace con el Gorrión por ser más fuerte. Con esta frase del Gavilán y el Gorrión Hesiodo se vuelve ya no solo un educador que ha tomado la Areté para mostrar un objetivo, sino también  habla con voz propia ante las injusticias del mundo. Para concluir a Hesiodo, podemos decir que la épica y la mítica son utilizados como ejemplos o instrumentos para hacer consciente al campesino de su educación de su Paideia, pues en la obra excelsa el poeta habla de días mejores que el hombre ha perdido: el mito de las 5 edades. El mito de Prometeo, de Pandora.

 

Areté espartana

 

   La Areté espartana es producto de la obra de un legislador: Licurgo, cuya gran Retra o Constitución de Esparta dio forma a esta manera de vivir y hacer las cosas, podemos decir sin temor a errar que la Areté espartana es un reflejo de  la homérica.[1] Pero la diferencia reside en que este llamado a la Areté ya no es individualista como en la épica, sino es un llamado al pueblo en general, al ciudadano espartano para que luche por la sobrevivencia y gloria de su estado: la polis. Esta es la principal diferencia, pero la Areté espartana no solo hace un llamado, sino que también da un fin que es la acción ciudadana: política, pues solo el ciudadano espartano puede alcanzar esta Areté al servicio de su comunidad. Tierteo al ofrecer esto a los espartanos, cambia la vida de estos, es pues un revolucionario. El modelo espartano era aceptado por toda Grecia sobre todo por los Aristoi que veían en engrandecido su propia concepción de la vida, a decir la vida política, la Aristeia y la buena muerte (kalokagathía) en nombre de un bien mayor.

   Podemos decir que la Paideia es fundamental en estos tres ámbitos y se ve claramente en el concepto de Areté. Así pues los griegos con homero iniciaron el camino para el conocimiento de lo humano, su destino, que se ve en el sino de Aquiles.

   La maquinaria educadora de los griegos que inicia con la poesía y los poetas, pone al hombre en el centro del universo, ante los dioses y la muerte. Es pues una educación antropocéntrica y nos muestra una formación universal del hombre, pues abarca el espíritu humano y su destino.

 

la Areté ateniense

 

   “El ciudadano es el origen de la ciudad-estado y también su fin” con estas palabras la autora Benita Benitez establece la importancia del hombre político para la existencia de la polis o ciudad estado. En el caso de Atenas cuya evolución democrática es estudiada, se analiza como la Politike Areté es alcanzada por el Homus Politikus.

   Según nos cuenta la autora, las constituciones democráticas de Atenas fueron desarrollándose en paralelo a sus magistraturas o sea la Eklesia, la Bulé, la Heleía o tribunales, y que las constituciones fueron obras de Solón, Clistenes, Efialtes y Pericles. Pero lo importante es como todas estas instituciones, que como dijimos evolucionaron con las constituciones democráticas, estaban al servicio de la ciudad y como fueron usadas por los ciudadanos atenienses en una democracia directa. Pues la ciudad estado demanda a sus ciudadanos sus servicios en cuerpo y alma, en el servicio público, militar y religioso. 

   Esta intensa vida en común que se llevada a cabo en las principales instituciones políticas, religiosas y militares posibilitó que el Hombre político alcanzara la Política Areté, es decir la virtud. Entonces se entiende que solo es hombre virtuoso aquel que es hombre público o que participa de la vida en comunidad para lograr un buen gobierno de la polis, que si no está más decir era asunto de todos los ciudadanos.

   Esta democracia directa era salvaguardad por la Isonomía (igualdad ante la ley) Isogoría (igualdad de palabra) no importando de qué tipo de ciudadano se era:pentacoimedino,  caballero, zeuguita o thete, todos tenían los mismos derechos y deberes sobre todo en la época de Pericles con la llamada democracia radical. En suma, la democracia ateniense es estudiada hasta hoy en día por lo que logró en el ámbito político, o se lograr que el mayor numero de ciudadano participara de la vida política que como dijimos era una virtud digna de ser alcanzada, pues esta no solo convenía al hombre político para su plena realización personal, sino también para la Polis, ya que se consideraba ala política como una empresa o arte práctica, estos serían los principales puntos de la tesis de la autora Benitez.

   Por otro lado, la tesis principal que recorre el texto de Laura Sancho es sobre la idea de la autoctonía y como fue necesario para la posterior realización o generación del político o ciudadano “puro de sangre”. Nos dice que antes de que existiera plena conciencia de ciudadanía o pertenencia a la polis, los habitantes de Ática tenían un sistema de pertenencia a la comunidad que era familiar y religiosa. De esta idea se desprende los estudios que hace de las constituciones de Solón, Clistenes y Pericles que es una reflexión sobre la idea de pertenecía a la polis. Iniciando con Solón sobre su legislación para limitar a los que podían recibir herencia del padre y lo que eran o no ciudadanos, la autora nos hace ver que la democracia fue un proceso y no obra de un legislador cuya legislación solo buscaba solucionar problemas del momento como definir la herencia de los hijos legítimos y lo que no lo son, por medo del matrimonio (oikos) la familia se buscaba consolidar un núcleo de origen. Estos asuntos tambien fueron tratados por Pericles y Clistenes. La constitución de Pericles, por ejemplo, establece que solo son ciudadanos los hijos de padre y madre ateniense y que además hubieran nacido en el Ática, en cambio en constituciones pasadas esto no era así, pues tenemos a muchos personajes celebres como Clistenes que eran hijos de madre extranjera, y que sin embargo esto no impidió para que ejerciera derechos políticos de un ciudadano como tal. La medida de Pericles responde sin embargo a la gran masa de ciudadanos que había en la polis y que por ser una democracia directa creaba problemas. Volviendo a la idea de la autoctonía, que era familiar y religiosa, se dice que los nobles en un primer omento llevaban a cabo este sentido de pertenencia a una fatría o comunidad y que fue con los nobles y después con los tiranos Pisistratos y Hipias donde tomó fuerza este sentido de pertenencia, pues los que se encontraban en el poder utilizaron este Proto-Nacionalismo no solo para mantenerse en el poder sino también para enfrentarse a sus enemigos de toras regiones o comunidades, pues en los primeros momentos de la autoctonía la Stácis se percibía con gran peso en las comunidades del Ática.

   En el caso de Benita Benitez es la política Areté lo que mantiene esta cohesión para a ciudad y como este afán lleva a que las principales magistraturas fueran cambiando, un ejemplo característico es el caso de los arcontes que en las primeras constituciones solo podían ser alcanzados por los nobles o primera clase censitaria o terratenientes de mayor poder económico y que cono las nuevas constituciones se le abrió el camino a las otras clases  para obtener un mayor poder político.

    Pero por qué nos interesa los escritos de estas autoras, pues porque ambas tesis se completan para dar un mejor entendimiento de como se originó y desarrollo la democracia ateniense y cuáles fueron sus principales motores o fuerzas propulsoras que permitieron hacer posible esta realidad política en el Mundo Griego. (Realidad política que analizaremos y uniremos al tema de la construcción de un sentido para la vida)

   En definitiva la frase: “el ciudadano es el origen de la ciudad y también su fin” tiene claro entendimiento si nos dirigimos a la constitución de este en los primeros momentos de la unificación o Sinequismo del Ática y de las constituciones de los legisladores: Solón, Clistenes y Pericles.

 

La Política de Aristóteles

 

   Ahora bien, para un alcance más amplio de la política areté es pertinente analizar La Política de Aristóteles. Que nos dice Aristóteles: primero, el estado existe para un fin, ese fin es la felicidad, y esto se logra por que el estado es autosuficiente. Un buen estado es condición necesaria para ser feliz.

   El estado se origina de forma natural, entonces el hombre que forma una familia (primera asociación) y las familias que forman una aldea (segunda asociación) lo que a la vez lleva a la formación del estado, (asociación superior única en el hombre) es también natural, o sea, el hombre es sociable por naturaleza, pero lo que lo diferencia de los animales que suelen ser sociables en el ámbito de reproducción y agrupación en sociedad es, la palabra, otorgada por la naturaleza al hombre para poder realizarse en plenitud y alcanzar la felicidad dentro del estado. El estado debe para eso propiciar el bien común: justicia, libertad, igualdad, estabilidad, y por lo mismo le son propios desde sus origen en formación: las leyes, que no sería posible sin la palabra o pensamiento racional. Dice el autor al respecto: Si el hombre es infinitamente más sociable que las abejas y que todos los demás animales que viven en grey, es evidentemente, como he dicho muchas veces, porque la naturaleza no hace nada en vano. Pues bien, ella concede la palabra al hombre exclusivamente. Es verdad que la voz puede realmente expresar la alegría y el dolor, y así no les falta a los demás animales, porque su organización les permite sentir estas dos afecciones y comunicárselas entre sí; pero la palabra ha sido concedida para expresar el bien y el mal, y, por consiguiente, lo justo y lo injusto, y el hombre tiene esto de especial entre todos los animales: que sólo él percibe el bien y el mal, lo justo y lo injusto y todos los sentimientos del mismo orden cuya asociación constituye precisamente la familia y el Estado.

   Como vemos es de vital importancia para el autor, la palabra, pues es la prueba de la naturaleza racional del hombre. Ya que la palabra en el hombre es su pensar, pues pensar y hablar es un solo proceso. Además añade que la palabra ha sido concedida para expresar el bien y el mal, lo justo y lo injusto. Al referirse a esto está señalando las relaciones sociales que se dan entre los miembro de un comunidad, que siendo libres eligen entre: el bien y el mal y el consecuente premio o castigo que le dará la sociedad de cual forma parte. Pues la libertad ejercida a través del pensar-hablar y actos trae consigo una responsabilidad moral para con la vida en sociedad.

 

    Cual la mejor forma de gobierno para el estado, según Aristóteles es la que da el máximo de justicia y estabilidad posible, para eso analiza los gobiernos de su época y valora positivamente: la monarquía (gobierno de un solo hombre respetando las leyes y con el consentimiento del pueblo, se busca el bien común) la aristocracia, (gobierno de un grupo de hombres los mejores con el consentimiento del pueblo y buscando el bien común) y la democracia asamblearia ( gobierno del pueblo con respeto a las leyes y busca el bien común) pero dice el filosofo que no son formas justas pero inestables de gobierno, porque la conformación de la sociedad que se divide en muchos pobres y pocos ricos suelen llevar a estas a la tiranía, oligarquía y demagogia respectivamente y como consecuencia a las injusticas de estos gobiernos surge revoluciones y se vuelve a lo mismo. A esta inestabilidad política ofrece Aristóteles una solución, que busca transforma la estructurada la sociedad fomentando la clase media y una mezcla o término medio de las tres formas de gobierno valoradas positivamente, con el fin de alcanzar la Politeia, según García Valdés la politeia es «el gobierno de la clase media bajo una constitución y conforme a las leyes». Para García Valdés, la noción aristotélica de politeia es el régimen que implica el gobierno de las clases medias bajo una constitución y de acuerdo a la ley.

 

 

 

 

 Por Sergio Chilet - profesor de historia y geografía - diplomado en gestión del patrimonio cultural. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Bibliografía

 

 

Arsitoteles: la política

 

 

 

Jaeger, Werner – Paideia: los ideales de la cultura Griega.

 

Benitez, Benita - La ciudadanía de la democracia ateniense

 

Sancho, Laura - Reflexiones  acerca de las condiciones de pertenencia ciudadana entre Solón y Pericles



 

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