Construir una Planificación Estratégica, una planificación de Aula a la hora de hacer clases, no resulta fácil sobre todo sabiendo que muchas veces y en determinados momentos es mejor ser espontaneo y creativo a la hora de impartir una lección conceptual. Pero aquí vamos a intentar dejar en claro los conceptos de planificación y estrategia y como esta diferencia entre los conceptos pueden ayudar a una planificación de clases en nuestro caso una planificación estratégica. Las preguntas que surgen entonces son: ¿Qué es una planificación? ¿Cómo utilizarlo en la educación del siglo XXI? Para dejar más claro y ordenado este primer acercamiento a la planificación estratégica, daremos una definición de lo que es una Planificación de Aula:
Es un instrumento cuyo valor es constituirse en el eslabón entre las
orientaciones curriculares generales que recogen los grandes propósitos para la
educación, además de la estructura y los contenidos que han de enseñarse y
aprenderse, con el devenir del día a día, de clase a clase (Atienza y otros,
2009).
Llevando a la práctica esta definición de planificación nos serviría
como un Instrumento técnico que organiza objetivos, contenidos, actividades y
recursos educativos, y que se desarrolla en un tiempo estipulado para la clase:
90 minutos.
Ahora bien, la
Planificación es Estratégica, debemos entonces definir estrategia; antes
debemos explicarnos el por qué la planificación o nuestra planificación debe
ser estratégica, ¿será qué una planificación acaso no entraña en sí una estrategia?
La respuesta parece evidente, sí, una planificación en sí misma puede tomarse
como estrategia, pero he aquí el equívoco, una planificación no necesariamente
deja claro la estrategia que se llevará a cabo. Pietersen (2010) da una lúcida distinción entre
Estrategia y Planificación: "La Estrategia dice, es escoger las mejores
opciones y focalizarse en ellas. La Planificación es el orden, la lógica que se
establece de prospectiva, logística y recursos para poner la Estrategia en
acción. La Estrategia nos dice dónde los trenes deben ir. La planificación
procura que sean puntuales". Como se ve, no son lo mismo.
Como dijo Pietersen y como
ya se afirmó, suele haber una confusión en la planificación y la estrategia,
esto puede resultar contraproducente, para un docente que confundiendo ambos y
no profundizando en la planificación y la estrategia de una clase, da
resultados insatisfactorios para su quehacer profesional.
El problema de la cuestión
entonces vendría siendo esta sutileza, que yo como pedagogo viví y observé en
terreno. En ese momento llegué a la conclusión de que la integración eficiente
y adecuada de los contenidos históricos no ocurrirá si se descuida este aspecto
de la planificación. Es un objetivo necesario hacer una Planificación
Estratégica del aprendizaje para así mejorar los aprendizajes de los
estudiantes.
En cuanto a su relación
con educación podemos decir que “los profesores no parecen seguir para
planificar su trabajo el modelo racional que normalmente se prescribe en los esquemas
de formación y en la planificación del curriculum” (Sancho, 1990: 101). Es así
que se descuida la planificación estratégica, problema que he querido aclarar
en este escrito.
Por Sergio Chilet - profesor de historia y geografía - diplomado
en gestión del patrimonio cultural.