¡Puedo ver la crueldad de la mentira!
Sí lo sé, se han llevado los cazadores
Los colmillos de tu viejo amigo
Pero tú nunca dejarás de sostener su trompa,
Pues aunque lloras, no crees que esté muerto.
Por eso seguirás a su lado, aunque los buitres y las hienas
Por el cadáver ya rondan.
Seguirás a su lado, aunque los buitres y las hienas
Por el cadáver ya rondan.
Aunque muerto esté seguirás con él.....
Fácil es comprender tus sentimientos,
Es amor verdadero,
Es el llamado que hace la sangre,
El llamado del dios que en tu amor
Se manifiesta: es vida, es luz,
Es sangre poderosa.
Y por eso seguirás a su lado, aunque los buitres y las hienas
Por el cadáver ya rondan.
Seguirás a su lado, aunque los buitres y las hienas
Por el cadáver ya rondan.
Aunque muerto esté seguirás con él.
Los elefantes son cazados por sus colmillos tanto en Asia como en
África. El motivo es el precioso marfil de sus cuerpos, cuya utilización tiene
diversos fines. Los que se dedican a conseguir el marfil para comerciarlo lo
hacen por dinero, los que los compran lo hacen para demostrar su estatus
económico coleccionando objetos de lujo fabricados con el marfil. Esta práctica
viene desde la antigüedad según he leído: Tanto los griegos como los hebreos y
los egipcios emplearon el marfil como adorno en la decoración de salas, muebles
y templos.
El marfil es un material duro y blanco, y de ello están formados los colmillos de los elefantes, y utilizan estos para defenderse, y combatir contra otros elefantes o contra depredadores. Lo utilizan también en la búsqueda de alimentos y para transportar cosas como troncos y cavar en la tierra. Como vemos es una parte de su anatomía muy útil para ellos.
Ahora, no se le puede extraer el marfil al elefante y dejarlo vivo después dado que para eso se debería hacer de forma quirúrgica, es decir extraer el colmillo desde el cráneo, si es que se desea el diente de marfil en su totalidad. Por eso mismo los cazadores furtivos matan a los elefantes para poder extraer de forma fácil y completa el material. Son necesarias estas muertes, esta depredación que hacemos con los elefantes para poder cubrir el mercado ilegal del marfil, dado que los colmillos perdidos de forma natural por los elefantes no alcanzarían para cubrir la demanda.
Además estos animales han sido por
mucho tiempo sumamente incomprendidos, mal estudiados, y poco valorados si no
es desde una perspectiva comercial. Por ejemplo, según el documental
Cowspiracy: que trata sobre el consumo de carne, dice que un tal científico
llamado Allan seibery postuló la teoría
de que los elefantes causaban la desertificación de suelos en África, y planteo
como solución el Matar 40 mil elefantes; se le hizo caso, se puso en acción su
plan, y se logró esto en 14 años de asesinatos.
La eximición de
las especies es pues, también nuestra propia muerte, la gente suele pensar en
que solo diferentes a ellos de que somos una especia muy apartada del resto de
los animales. Lo cierto es que no parte del reino animal. Pero al contrario de
ellos, podemos y lo hemos hecho, de forma consciente y planificada, lograr la destrucción
y exterminio de habitas y especies únicas. Una de las mayores vergüenzas de
nuestra especie es pues esta forma de hacer las cosas en aras de lujos y de enriquecimiento
y supersticiones.
¿Qué podemos hacer para terminar con esto? Si tuviera el poder, pensaría
en una ley que castigue tanto a traficantes, cazadores y consumidores. Pero lo
único que puedo hacer es hablar de ello e intentas crear conciencia y dedicarle
a esos maravillosos animales y a las personas que luchan por evitar su
extinción, este pequeño poema.